Si hay dos conceptos que saben definir totalmente el concepto de antagonismos es la vida y la muerte, pero esto no sucede igual cuando hablamos de los seguros de vida y los seguros de decesos.
Aunque si bien es cierto que cuentan con bastantes similitudes, son muchas las diferencias que también tienen, y es lo que hace que ambos seguros se puedan complementar y no crear una competencia entre uno y el otro.
Es por ello que se puede hacer la contratación de ambos, con el fin de contar con una cobertura lo mas amplia posible, pero antes necesitamos conocerlas muy bien para evitar la contratación doble de algunos servicios que podrían tener ambos seguros.
Diferencias entre seguros de vida y seguros de decesos
Para comenzar, aunque tengan temas antagónicos, el objetivo principal de ambas pólizas es el mismo, y este se trata de cubrir de la mejor manera la difícil situación que se presenta cuando fallece alguna persona cercana a nosotros, aunque no es lo mismo contar con un seguro de decesos que con uno de vida.
Al hablar de un seguro de vida, lo que se hace es la determinación de la cantidad que cobraran los beneficiarios después de que el tomador haya fallecido, mientras que un seguro de decesos lo que hace es encargarse de todos los tramites que conllevan el servicio fúnebre de una persona, como por ejemplo el traslado del fallecido, la presentación del servicio fúnebre, entre otros.
Ambos seguros se activan con la misma acción, y es cuando muere una persona, y cubren el mismo riesgo, pero no de la misma forma, pues mientras el seguro de vida lo hace a través de la prestación económica, el seguro de decesos lo hace en con la presentación de servicios que ayuda a la agilización de los tramites que tiene todo este proceso.
Claro esta, la cobertura principal es diferente en cada caso, pues en el seguro de decesos es un poco más práctico y el seguro de vida es más económico.
Además, las garantías adicionales que se encuentra por parte de ambos seguros pueden coincidir, pero existen otras que son más exclusivas para cada seguro. Por ejemplo, el seguro de vida cubre lo que es la indemnización como sería el pago de deudas o asuntos futuros como puede ser la formación escolar de los hijos del fallecido, y por otro lado en el seguro de decesos podemos encontrar coberturas como el servicio de repatriación, la asistencia psicológica y medica de toda la familia, la conservación del ADN, y los gastos de viaje de los familiares para poder realizar la identificación y acompañamientos de un cadáver.
El seguro de decesos también se hace responsable de los gastos del sepelio del asegurado, así como de los trámites que se realiza, lo cual colabora a disminuir la carga que llevan los familiares de la persona que ha fallecido.
Ambos seguros lo que buscan es ayudar a los familiares de la persona que ha muerto, uno desde el punto de vista económico y otro con los tramites, pero el objetivo siempre será el mismo, y es por ello que es importante contar con ambos servicios.
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